viernes, 25 de abril de 2014

LA CÓRDOBA ROMANA

Del Imperio Romano podríamos escribir paginas y paginas, pero este pequeño resumen puede explicar una pequeña parte de nuestra ciudad durante la época Romana


Pese a la existencia de asentamientos prerromanos, no fue hasta el año 169 a.C. cuando el pretor romano Claudio Marcelo fundó la ciudad de Cordvba, la actual Córdoba.

Cuando Augusto llegó al poder, otorgó a la ciudad el status de Colonia Patricia, el más alto que podía alcanzar una ciudad, concedido sólo a otras dos en Hispania.

A raíz de la atribución de este título, la ciudad empieza a crecer y a ser embellecida. Se amplía su diámetro hasta el río y se comienzan a construir numerosos monumentos según los modelos traídos de Roma. Podemos encontrar muchas construcciones que actualmente conforman nuestro patrimonio histórico, como son el Puente Romano, el Mausoleo de Puerta Gallegos, el Templo de la actual calle Claudio Marcelo (junto al Ayuntamiento), el palacio de Maximiano Hercúleo (junto a la RENFE), etc.

En este contexto de esplendor que alcanzó, Cordvba fue declarada capital de la Bética, provincia romana situada al sur de la Península. Esta provincia, tuvo grandes aportaciones políticas y filosóficas al imperio, viendo nacer a los emperadores Trajano y Adriano y al gran filósofo cordobés  Séneca.

En definitiva, la Roma imperial trajo a nuestra ciudad años de luz, de esplendor y de grandeza, siendo una de las ciudades mejor consideradas de todo el imperio.


jueves, 24 de abril de 2014

Circulo Fernando III, el Santo

En el blog del Circulo Fernando III, el Santo podéis encontrar noticias sobre nuestra ciudad ya que este Circulo como dice en su biografia "lo componen actualmente catorce Asociaciones de Córdoba que, históricamente, comparten inquietudes, fines comunes y se unen para con mas fuerza, apoyados en su gran masa social, preservar y difundir las tradiciones y costumbres cordobesas, potenciando las actividades culturales en todas sus formas, aspirando a convertirse en referencia de la marca Córdoba como representante de su idiosincrasia mas genuina y defensora de su carácter"

La ultima publicación es sobre la fiesta de la Virgen de Belén.

miércoles, 23 de abril de 2014

Rafael Orozco, un pianista excepcional.

Rafael Orozco es un pianista cordobés nacido el 24 de  Enero  de 1946. Para los entendidos críticos musicales, ha sido uno de los mejores pianistas del siglo XX, aunque su fama y prestigio no estuvieran a la altura de sus impecables interpretaciones, quizá porque no buscó el reconocimiento a toda costa.
Entre su repertorio, cabe destacar su interpretación de la integral de Conciertos de Rachmaninov, de una calidad técnica inigualable, así como las Sonatas de Liszt, los estudios de Chopin o la Suite Iberia del compositor español Isaac Albéniz.

En el año 1987 se le concede la Medalla de Oro de la ciudad y el título de hijo predilecto.
Tras su prematura muerte, en Roma en 1996, el pianista cordobés daría nombre al Conservatorio Superior de Música de Córdoba por unánime acuerdo claustral, el cual celebra anualmente el Festival de Piano Rafael Orozco en honor a su ilustre músico.

Para los alumnos de piano es todo un referente, especialmente en la música española. Orozco fue un gran admirador de la música de Albéniz, del cual decía:

“Albéniz se enamora del paisaje andaluz, y quiere expresar toda la riqueza de aromas, de colores y de reflejos de esta tierra tan pródiga en producir sensaciones artísticas. Y para ello buscó y encontró el lenguaje armónico que más le convenía y que con mayor fidelidad pudiera traducir aquel afán expresivo.
Tampoco estoy conforme con quien afirma que esta música es recargada, barroca y que en ella hay un derroche superfluo de efectos y de dificultades de todo tipo. Como decía Mozart a su emperador, que reprochaba lo mismo a sus creaciones, podemos afirmar también que en la música de Albéniz no sobra ni falta nada, todo está en función de lo que quiere expresar su autor, quien era totalmente consciente de los medios que ponía al servicio de su inspiración”.


La forma de interpretar la música de Albéniz era todo un prodigio de color, los planos sonoros eran formidables y la técnica, exquisita.